Después de las fiestas navideñas, sinónimo de diversión, alegría y placeres gastronómicos, toca volver a recuperar las sanas costumbres. No sólo en esta época cambian y se complican las elaboraciones, también el contenido calórico y las consecuencias no se hacen esperar. Comemos más de lo que necesitamos y el organismo almacena el excedente en forma de grasa. Para colmo, nos olvidamos un poco de los buenos hábitos, dejando paso a otros más sociales.
Para recuperar la figura y eliminar estas toxinas es necesario
reducir el aporte calórico, realizando comidas sanas, más ligeras y equilibradas y realizar algún tipo de actividad física adecuada a cada individuo. Y a veces, con el ansia y el remordimiento echamos mano de dietas poco aconsejables, que nos prometen una pérdida de peso rápida y sin esfuerzo alguno. Sabemos que todo tiene un precio, y no me refiero al monetario, si nos lo tomamos como un sacrificio u obligación, nos costará mucho más, mejor que sea un reto, un objetivo a conseguir. Confiar en la ayuda de un profesional que indique qué alimentos son los más adecuados para ayudar al organismo a depurar impurezas y cuál es la mejor manera de perder peso, es la mejor opción y huir de toda dieta milagro.
12 Consejos para contrarrestar los excesos navideños
1.- Realizar 5 comidas al día. No saltarse nunca el desayuno. Este nos va a ayudar a reponernos después del ayuno nocturno; aporta la energía necesaria para realizar la actividad de la mañana y controla el apetito hasta la hora de comer. Está demostrado que las personas que realizan un desayuno correcto tienen menos tendencia a engordar. Las frutas, verduras y lácteos desnatados son buenos aliados para tomar entre horas, en la merienda o a media mañana.
2.-Elegir menús más ligeros. Aumentar el consumo de verduras, hortalizas, pescados, carnes blancas en sustitución de las rojas y cocinarlos de forma sencilla y ligera. Las verduras y hortalizas crudas son ricas en vitaminas, fibra y antioxidantes.
3.- Cuidar el consumo de proteínas. Estas se encuentran en el pescado, huevos, legumbres, lácteos y carnes. Es preferible consumir carnes blancas que son poco grasas y lácteos desnatados.
4.- Reducir las calorías. Para ello, sobre todo, debemos reducir el consumo de grasas, bebidas azucaradas y la técnica de fritura en la cocina. Es mejor utilizar métodos de cocción como el vapor, la plancha, el hervido, el horno. Sustituir las carnes rojas por carnes blancas y los lácteos enteros, por lácteos desnatados.
5.- Elegir alimentos depurativos. Estos van a servir para limpiar nuestro organismo y aliviar la hinchazón y pesadez de estómago: calabacín, espárragos, alcachofa, piña, cebolla, apio o legumbres y cereales integrales. También es conveniente aumentar el consumo de caldos y cremas de verduras
6.- Reducir el consumo de sal. Condimenta las comidas con hierbas aromáticas, ajo o limón. Ten en cuenta que los alimentos en su composición ya llevan sal. Ayudará al organismo a retener menos líquido
7.- Toma fibra vegetal. Te ayudará a regular la función intestinal de tu organismo, a la vez que deshinchan el vientre. Debemos incluir alimentos como cereales integrales, legumbres, fruta, si es con piel mucho mejor y verduras, tanto crudas como cocidas.
8.-Alimentos ricos en lactobacillus. El consumo habitual de probióticos (microorganismos vivos con efectos orgánicos saludables) se ha asociado a un refuerzo de la inmunidad, una barrera determinante en el control de los microorganismos patógenos, responsables de infecciones y trastornos gastrointestinales. Los yogures y demás leches fermentadas son los probióticos más conocidos y consumidos.
9.- Mantener una rutina. Es muy importante realizar siempre las comidas sobre la misma hora para regular el tránsito intestinal
10.- Tomar infusiones depurativas o tratamientos homeopáticos. Reducen las molestias de las digestiones pesadas y la sensación de hinchazón debido a la retención de líquidos y a los gases. Siempre bajo consejo de un profesional sanitario. Debemos tener en cuenta que las plantas medicinales son también medicamentos que tienen sus efectos secundarios y sus interacciones con otros medicamentos o con alimentos.
11.- Realizar algún tipo de actividad física de tipo aeróbico. Andar, bicicleta, correr, bailar o nadar son actividades de tipo aeróbico que nos van a ayudar a regular la actividad intestinal y a ayudar a bajar de peso. Este tipo de actividad debe ser adecuado a cada persona y vigilado por un técnico
12.- Comienza el día con un vaso de agua con un poco de zumo de limón, que ayuda a eliminar las sustancias de desecho. Bebe otros siete vasos de agua al día, preferiblemente con limón.
Ana Sierra